lunes, 24 de septiembre de 2007

Un poema


Estaba tan solo
allí dentro
que parecía un cuento.

El paisaje me capturaba,
pues nada pasaba.
Todo estaba quieto
sin ningún movimiento.

Agarré a mi compañero
que impaciente estaba
pero al darme yo vuelta
ya no se encontraba

Fue extraño
Nunca sabré lo que pasó
pero ese paisaje es cautivador.

Martina Sassi
2do H

Poema "Yo sin ti"


La luz de tus ojos
ilumina mi camino,
y cada paso que das

marca mi destino


El amor que yo siento

por vos, en algunos casos,
es el deseo que tengo
de tenerte en mis brazos


Ese gran deseo

cumplilo, te pido,
si no lo haces pronto
me encontrarás derretido.

Martin Rubacha
2do H

Siguen los minicuentos...


De repente todo se oscureció, de repente todo se silenció. Todos callados, todos atónitos por lo que habían presenciado.
El filo de la navaja ensangrentada y el cuerpo en el piso dejaba a todos sin palabras y sorprendidos por el hecho.
Él había escapado al instante corriendo sin mirar para atrás; el policía que se apoyaba en la patrulla se distraía con una pista falsa en la que el asesino era atropellado por el tren.
-Y como le digo, señor, la obra termina así, todos aplauden, me levanto del piso, muestro la navaja, nos abrazamos y saludamos.

Matías Hanna 2do.H

jueves, 20 de septiembre de 2007

Otro minicuento


Es demasiado frágil. Tan frágil, que algo mínimo podría deshacerlo. A veces es placentero, otras no. Si uno está triste, lo guarda y, cuando uno está feliz, alegre, lo rompe sin reparar en ello. Algunos lo guardan porque son tímidos. Otros, no pueden vivir con él.
Es maravilloso el silencio.

Joaquín Timerman 2do H



Más minicuentos


Estaba alli el taxista Miguel dejando su último cliente del día.
Miguel era malo para las matemáticas, así que le tomó un buen rato cobrarle.
Luego, tomó un trago de agua y continuó su camino hacia su casa.
Él estaba mirando por el espejo, cuando vio una sombra a distancia que se movía rápidamente hacia él. Entonces, Miguel aceleró; por el susto tenía la sensación de que esa no era una buena señal.
Pero esa sombra era su último cliente que le venía a devolver plata del vuelto.

Franco Horita
2do.H


Salió. Cruzó la esquina y se limpió la camisa. Caminaba solo por las interminables cuadras que llevaban hasta el bar donde se había reunido con Carlos, su compadre.
Fue en ese instante que Juan se dijo: "No puedo hacer esto, no puedo matar a mi madre, y menos con Carlitos."
Juan no había pensado en otra cosa que no fuera en el plan tramado con Carlos.
El día pactado había llegado; su madre seguramente estaba ahí, esperándolo. Juan estaba por llegar; Carlos, también.
Él sacó su cuchillo y lo incrustó en el pecho de su compadre. No lo podía permitir.

Federico Gorelik
2do.H

martes, 18 de septiembre de 2007

Minicuentos



El derrumbe

En el barrio de La Boca se levantó una construcción ejemplar. Sus colores eran maravillosos, su tamaño, gigantesco.
Pero de repente sucedió.
Un temblor y se vino abajo.
Su constructor, una persona imaginativa que ya había hecho otras construcciones, se puso a llorar.
La gente de los alrededores no podía creerlo.
Y esa hermosa construcción de "Lego" se vino abajo con el solo vibrar de una mesa.


Melanie Roitman y Wendy Kleiman




domingo, 9 de septiembre de 2007

Desde Yamato, Japón

El blog me parece una buena idea, la de utilizar las nuevas tecnologías en el aprendizaje, y que los trabajos de los jóvenes se publiquen. Mis felicitaciones, llegar allí fue como entrar a una casa de campo donde el aire se había detenido y la tranquilidad te obligaba a sentarse, con una taza de té tibia y placentera. Esos fueron los sentimientos que tuve cuando llegué a su site. Incluso me pareció que podía salir y mirar el jardín de la casa y regar algunas plantas.

La literatura y la fuerza de las palabras y la lectura son motivaciones idénticas para mí como lo expresa tan bien Mario Vargas Llosa, para mí leer es un acto además de natural, necesario como el comer, es como respirar. Leer es casi lo único que sé y de allí pude aprender a escribir un poquito. No sé qué hubiera sido de mi vida si no hubiese tenido la lectura para conocer el mundo y para re interpretarlo y poder sentarme a vivir.
ESCRITO POR ALVARO DEL CASTILLO desde Yamato, Japón.
9 de septiembre de 2007 17:38